UNIDAD 2
El hábito del Autocuidado
Se nos ha dado el cuerpo con todo el ser, somos unidad de cuerpo y alma: Esa unidad es la persona. Eso es lo que somos cada uno de nosotros.
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El cuerpo no es la cárcel del alma, es el Templo del Espíritu Santo.
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El cuerpo es sagrado. Dios mismo se hizo hombre, se encarnó, tomó humanidad, en la PERSONA DE JESÙS.
FORMEMOS EL HÁBITO DE CUIDAR NUESTRA PERSONA A TRAVÉS DEL CUERPO:
Realiza ejercicio físico cada día, según tu condición propia de salud.
Moverse físicamente, en rutinas de ejercitarse constantemente, despierta una actitud de ser livianos, fuertes y saludables.
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Haz diariamente ejercicios de respiración abdominal, oxigena tu ser, relaja tus nervios. Existen guías apropiadas que enseñan cómo realizarlo de la manera adecuada, en la internet.
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Consume, en lo posible, una alimentación balanceada, o sea que contenga: proteínas, vitaminas, minerales. Aumenta las verduras, las frutas, los cereales, la fibra y el agua. Disminuye las grasas, las harinas, los licores, los dulces, el azúcar y la sal. Eso sí, sigue las dietas o indicaciones específicas que requiere tu salud en particular, según indicación profesional.
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Evita las noticias diarias, que son tristes, violentas, deprimentes, negativas, desesperanzadoras, ellas bajan el nivel de serotonina, que es la hormona que mantiene el buen ánimo, la disposición, y las defensas del organismo en el nivel adecuado.
LA ÚNICA NOTICIA BUENA que te puede servir, es el EVANGELIO; las demás no ayudan.
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Procura un sueño reparador: las horas recomendadas para personas adultas, puede variar: entre 7 y 8 horas, para mayores de 65 años; y entre 7 y 9 horas para personas entre 26 y 64 años. Pero no bastan las horas, son necesarias condiciones que den calidad a ese dormir: Mínima luminosidad, temperatura adecuada, no dormir con dispositivos electrónicos cerca, o aparatos encendidos.
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El estómago liviano, ingerir la comida (cena) completa, mínimo dos horas antes de acostarse; evitar fritos, alcohol o cafeína en caso de irse a dormir luego de comer. Tomar líquidos, a más tardar a las 4 ó 4:30 pm, de modo que no tengas que levantarte varias veces al baño, interrumpiendo el descanso.
Claro todo esto varía, según las condiciones de salud que se tengan. Aquí la clave, es prevenir.
RECOMENDACIÓN DE CRONOGRAMA A MODO DE GUÍA:
Levantarse a la hora presupuestada, sin darse los “Cinco minuticos de más”, esto implica ejercitar la fuerza de voluntad y conlleva orden, disciplina.
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Tomar agua o una bebida aromática. Fruta
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Disponer el cuerpo con ejercicios físicos y de respiración.
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Aseo personal.
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Desayuno
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Oración.
Actividades propias de labor o trabajo personal, profesional, familiar. Tareas y funciones.
Durante las actividades que exigen esfuerzo continuado, tener el hábito de realizar PAUSAS ACTIVAS. Refrigerio.
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Almuerzo, descanso, oración, trabajo, voluntariado.
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Lectura de un libro, hobby o afición: jardín, plantas, pintura, tejer, bordar, servicio a otros, llamadas telefónicas, hacer curso de capacitación para aprender algo nuevo… Desarrolla la creatividad.
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Comer juntos.
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Compartir en familia: juegos de mesa. diálogo, música, bailar, escribir
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Acción de gracias: agradece al amanecer, en el transcurso de la jornada y al anochecer.
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Descanso
EL RETO:
Tómate una Selfie realizando una de las actividades del día,
será indicativo de que empiezas a GOZARTE LO QUE VIVES EN EL DÍA A DÍA.
